Excursión de día de Mallorca a Menorca

¿Tienes previstas unas vacaciones en Mallorca y te apetece salir a explorar otra isla con un ambiente completamente diferente? ¡Puedes hacerlo y le darás un toque superespecial a tu aventura! Además, puedes llegar cómodamente en uno de los ferries que navegan entre las islas Baleares con frecuencia. 

En este artículo, te ayudaremos a organizar una excursión de día a Menorca para que puedas disfrutar de sus impresionantes playas, su exquisito marisco y sus maravillosos lugares de interés histórico. Descubre cómo llegar desde Mallorca y reserva billetes de ferry en Ferryhopper sin ningún tipo de tasa oculta.

1. Trayecto en ferry Mallorca - Menorca
2. Llegada a Ciutadella
3. Baño en Cala Galdana
4. Comida y visita a Fornells
5. Atardecer en el faro de Punta Nati

El coqueto puerto y el paseo marítimo de Ciutadella de Menorca

1. Trayecto en ferry Mallorca - Menorca

Llegar a Menorca desde Mallorca es la mar de sencillo. La ruta de ferry Mallorca - Menorca está activa durante todo el año con hasta 8 travesías diarias y se puede ir tanto en ferry convencional como en hidroala.

Mallorca cuenta con 2 puertos (el puerto de Palma de Mallorca y el puerto de Alcúdia) y ambos ofrecen rutas de ferry hacia Menorca. La forma más fácil y rápida es zarpar desde el puerto de Alcúdia hasta el puerto de Ciutadella, una ciudad situada en la parte occidental de Menorca. 

Las 4 navieras que operan en esta ruta son Baleària, Menorca Lines, Trasmed y Corsica Ferries. La primera travesía es por la mañana (sobre las 06:00) y el último viaje se efectúa por la noche (más tarde de las 02:00 de la madrugada). Los precios de los billetes de ferry oscilan entre 49 € y 85 €, según el tipo de barco y la compañía. El trayecto en ferry de Mallorca a Menorca dura entre 1 hora y 5 horas y media, según la naviera, el puerto de destino y el tipo de barco seleccionado.

Consejo: Recomendamos reservar el billete de vuelta con antelación, ya que suelen agotarse con rapidez, sobre todo en verano. El último ferry de vuelta a Mallorca suele zarpar de Menorca sobre las 21:00 de la noche.

2. Llegada a Ciutadella y turismo por la ciudad

Ciutadella, haciendo honor a su sobrenombre, «Vella i Bella» (la vieja y bella), es una localidad menorquina que rebosa encanto por cada rincón. Con su casco antiguo peatonal, es ideal para recorrerla a pie y pararse en sus tiendecitas de artesanía. Cuando desembarques, puedes desayunar en alguna de sus terrazas, dar un paseo sin rumbo y, cuando te hayas empapado de la esencia ciudadelana, puedes dirigirte al Castell de Sant Nicolau para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad.

Por supuesto, no dejes de patear su precioso centro histórico, pasando por la Plaça des Born, la más importante del municipio. Pásate también por la Catedral de Santa María, un templo del siglo XIV que conjuga elementos neoclásicos, góticos y barrocos. ¡Bastarán unas horas en Ciutadella para que quieras quedarte a vivir allí!

Consejo: Para disfrutar al máximo de la isla, lo mejor es moverse en coche o moto. Puedes llevar tu propio vehículo en el ferry o alquilar uno en el puerto.

El bonito Castell de Sant Nicolau a la entrada del puerto de Ciutadella

3. Baño en Cala Galdana

Desde Ciutadella, dirígete rumbo a Cala Galdana, una playa espectacular situada en la costa sur de Menorca. Si tienes tiempo, haz una parada en la Naveta des Tudons, una construcción funeraria que data de la prehistoria menorquina. Al llegar a Cala Galdana, te sorprenderán sus exuberantes colinas verdes, su preciosa arena y sus aguas cristalinas y poco profundas. Además, si viajas con niños, Cala Galdana es una opción estupenda para alojarse. 

Puedes disfrutar de la playa en posición horizontal o, si prefieres un plan más movido, anímate a montar en kayak o a dar una vuelta por el paseo marítimo. Si quieres acercarte a las cercanas Cala Macarella, Cala Mitjana y Cala Turqueta, puedes hacer una pequeña excursión en barco desde Cala Galdana.

La preciosa bahía de Cala Galdana, de arena blanca y aguas turquesas

4. Comida y visita a Fornells

Bien es sabido que el mar abre el apetito, así que... ¡a comer se ha dicho! 😋 Para saciar el hambre y, de paso, conocer otra localidad menorquina con encanto, recomendamos ir hacia Fornells, uno de los pueblos blancos de Menorca. Este pueblo pesquero es un punto de encuentro gastronómico y el templo de uno de los manjares más deliciosos de la isla: la caldereta de langosta menorquina. Si el sabor a Mediterráneo es tu debilidad, no dejes de probar este plato en alguno de los restaurantes locales. 

Ahora, con el estómago lleno y feliz, ¿te apetece dar un paseo por el pintoresco puerto de Fornells? Otro de los planes más interesantes es subir a pie a la Torre de Fornells, una de las torres defensivas más grandes y mejor conservadas de Menorca.

Vistas del pueblo blanco de Fornells, en el norte de Menorca

5. Atardecer en el faro de Punta Nati

Si tienes un ratito antes de coger el ferry de vuelta a Mallorca, puedes visitar el faro de Punta Nati, a solo 6 km de Ciutadella. Tanto si te interesa la historia como si buscas paz y tranquilidad en un marco natural incomparable, con el Mediterráneo de fondo en estado puro... ¡este será tu rinconcito de la suerte! Eso sí, lleva buen calzado y alguna manta mullidita, ¡porque presenciarás un atardecer inolvidable desde lo alto de un acantilado sobre el mar!

La luz del atardecer baña el faro de Punta Nati

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Consejo: Echa un vistazo a nuestro artículo sobre cómo llegar a Menorca desde Mallorca y la España peninsular.